la misma forma en que Pablo pensaba en Timoteo al escribirle su segunda carta a ese amado discípulo. Al afrontar un asunto intensamente práctico y probablemente doloroso en la vida de Timoteo, Pablo lo conduce una vez más a la más profunda, e incluso alucinante, verdad doctrinal. Timoteo está propenso a la ansiedad; en ocasiones tiene temor y podría claudicar. Su timidez amenaza la efectividad de su ministerio. Pablo quiere ayudarlo a superar su temor y ser valiente; por eso le dice: “No te avergüences
Page 43